Representación de la navegación en el arte rupestre. Petroglifos.

Podemos atestiguar la navegación por el Mediterráneo desde el Neolítico, a partir del 7000 a.C., por la ocupación de las islas de Córcega, Sicilia, Cerdeña o las Baleares. Los avances tecnológicos en la técnica constructiva de las embarcaciones fueron múltiples pudiendo relacionarse con esas primeras navegaciones una serie de representaciones en grabados y pinturas rupestres en diversas áreas de la península ibérica. Las pinturas existentes en el Estrecho de Gibraltar o en Laja Alta y un conjunto de petroglifos en Galicia apuntan la existencia de navegación en esas zonas.

 

Pintura rupestre de Laja Alta (Cádiz) y representación de la misma a la derecha

 

El conjunto de Laja Alta, en Jimena de la Frontera (Cádiz), nos muestra una serie de formas de navíos, datados en la Edad de Bronce, con formas redondeadas características de naves comerciales, con jarcias, remos, timones y mástiles acabados en anilla. Las representaciones carecen de la calidad suficiente para permitir precisiones técnicas, pero pueden asociarse con los primeros navíos documentados de buques griegos del periodo de colonización del Mediterráneo en el siglo IX a.C. En la imagen puede verse un puerto de forma cuadrada que alberga en su interior una embarcación y dispone en uno de sus vértices de una banderola a modo de señal marítima; también tres buques que utilizan como propulsión unas velas o remos, según los casos.

El petroglifo de Auga dos Cebros, en Baiona, contiene dos tipos de grabados de motivación aparentemente diferente. Por un lado, están representados un conjunto de cuadrúpedos en posición de galope y, debajo de ellos, aparece representado un barco del que se ha perdido una parte por desprendimiento del soporte de la parte central y, lo que puede identificarse como representaciones humanas. El petroglifo se grabó en una roca plana situada a 1 kilómetro de distancia del mar y representa un barco alargado, con proa y popa elevadas y rematadas, un mástil y dos stays a cada lado; es muy significativo el motivo escaleriforme figurado en el casco, que sugiere la presencia de una galería de remeros.

Petroglifo de Auga dos Cebros y dibujo del calco de la embarcación

El petroglifo de Borna está ubicado en el término de Meira, en la península del Morrazo. Diferentes especialistas en arte rupestre gallego interpretan la representación de un puerto con los dos extremos que se supone serían las obras de defensa, naturales o diques artificiales, algo convergentes. En sus extremos, o morros del puerto, aparecen representadas dos señales diferentes; a la izquierda está dibujado un espolón y un segmento perpendicular al dique, mientras que en el dique derecho finaliza con un solo espolón. Esta distinción entre las señales que aparecen en los morros del puerto se ha interpretado como elementos de señalización marítima, o balizamiento de la bocana del puerto. Dentro de la dársena se aprecia la representación de tres pantalanes y de dos embarcaciones. A la derecha del puerto se representaron tres embarcaciones, las dos primeras parecen del mismo tipo y la tercera tendría mástil.

 

Petroglifo de Borna y dibujo del calco del puerto con señales en los extremos, obras interiores y barcos.

 

 

Deja un comentario